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Información sobre la nueva ley concursal

Información sobre la Ley Concursal

La nueva ley concursal, que entró en vigor en 2022, busca proporcionar una solución más efectiva para tratar la insolvencia de los deudores. Esta legislación se centra en promover la reestructuración y el plan de reestructuración como alternativas a la liquidación. Además, introduce el concepto de la “segunda oportunidad” para las personas físicas que se encuentren en una situación de insolvencia.

El administrador concursal juega un papel fundamental en el proceso concursal, ya que es el encargado de supervisar y gestionar el cumplimiento de las medidas adoptadas. Esta ley también facilita la situación de insolvencia de las microempresas, estableciendo un proceso más sencillo y ágil para su reestructuración. Por último, establece medidas para proteger a las personas físicas que se declaran insolventes, permitiéndoles iniciar de nuevo con una situación financiera más favorable. La nueva ley concursal busca brindar soluciones más adecuadas y justas en casos de insolvencia, tanto para empresas como para personas físicas. 

¿Qué es la ley concursal y cuál es su objetivo?

La ley concursal es una normativa que regula los procedimientos de insolvencia y tiene como objetivo principal facilitar la refinanciación y reestructuración de las empresas en dificultades financieras. Su finalidad es prevenir la insolvencia de los deudores y evitar la liquidación de sus activos, promoviendo así la continuidad de sus actividades económicas. La ley concursal establece diferentes mecanismos para la declaración del concurso, entre los que se encuentran el acuerdo extrajudicial de pagos, los procedimientos preconcursales y el concurso de acreedores.

El acuerdo extrajudicial de pagos es una vía para que los deudores negocien con sus acreedores la reestructuración de sus deudas antes de que se declare el procedimiento de insolvencia. Asimismo, los procedimientos preconcursales tienen como finalidad la búsqueda de soluciones para las dificultades financieras de la empresa evitando llegar al concurso de acreedores. En caso de que la insolvencia sea inevitable, se inicia el procedimiento especial del concurso de acreedores, que busca la liquidación ordenada de los activos del deudor para satisfacer a sus acreedores en la medida de lo posible. 

Procedimiento concursal y fases de la nueva ley concursal

El procedimiento concursal y las fases de la nueva ley concursal son una herramienta legal para evitar la insolvencia de las empresas. El procedimiento de segunda oportunidad permite a los empresarios obtener una quita de sus deudas y liquidar sus bienes personales con el fin de obtener una nueva oportunidad para iniciar un negocio. Además, la ley concursal establece los acuerdos de refinanciación como una forma de reestructurar la deuda y evitar la declaración de insolvencia.

La venta de unidades productivas es otra alternativa contemplada en la ley concursal, donde se permite la transmisión de una parte del negocio a un tercero para mantener su actividad económica y preservar los puestos de trabajo. Según la reforma concursal, se establece que si la empresa tiene menos de 10 trabajadores, se podrá acelerar el procedimiento para agilizar el proceso de insolvencia. Estos aspectos se encuentran regulados en el texto refundido de la ley concursal. Con la nueva ley concursal se busca promover la viabilidad de las empresas y proteger los intereses de los acreedores. 

Principales aspectos en un proceso concursal

En un proceso concursal, hay varios aspectos importantes a considerar. Uno de ellos es la existencia de deudas exonerables, es decir, aquellas que pueden ser eliminadas o reducidas según las circunstancias. Además, es vital tener en cuenta el año anterior a la solicitud de concurso, ya que este periodo puede influir en la calificación del concurso, determinando si ha existido mala gestión o fraude por parte de los administradores.

Otro aspecto relevante es el instrumento preconcursal, el cual puede permitir a la empresa evitar la declaración de concurso presentando un plan de refinanciación viable. Asimismo, es crucial evaluar la continuidad de la empresa, es decir, determinar si es posible mantenerla en funcionamiento durante el proceso concursal. Para agilizar el procedimiento, es aconsejable contar con la asesoría de un experto en reestructuraciones, quien podrá ofrecer orientación legal y estratégica. Por último, es importante tener en cuenta la fecha de entrada en vigor de la ley concursal, ya que los procesos iniciados antes de su vigencia pueden regirse por normativas anteriores. 

Efectos de la ley concursal en las empresas y los acreedores

La ley concursal tiene numerosos efectos tanto en las empresas como en los acreedores. El objetivo principal de esta legislación es regular las situaciones de insolvencia de las sociedades deudoras, estableciendo un sistema de insolvencia que permita la reestructuración preventiva y la liquidación ordenada de sus activos. Con la reforma del texto refundido de la ley concursal, se busca mejorar el marco jurídico y adaptarlo a las necesidades actuales o inminentes.

Uno de los efectos más destacados de esta normativa es la creación de la figura de la administración concursal, que tiene como función principal la gestión y supervisión del procedimiento concursal. Asimismo, esta ley concursal se ve influenciada por la directiva europea sobre reestructuración y liquidación de empresas, que establece medidas para promover la reestructuración temprana y evitar la insolvencia de las empresas. En resumen, la ley concursal tiene un impacto significativo en las empresas y los acreedores, otorgando mecanismos legales para afrontar las situaciones de insolvencia y promoviendo la reestructuración preventiva como medida eficaz para solventar estos problemas. 

¿Cuándo es necesario acogerse a la ley concursal?

Es necesario acogerse a la ley concursal cuando una empresa o persona física se encuentra en una situación de insolvencia inminente y no puede hacer frente a sus obligaciones de pago. La ley concursal en España ofrece instrumentos preconcursales, como la reestructuración, que permiten a las empresas viables mejorar su situación financiera antes de llegar a una situación de insolvencia definitiva.

Estos instrumentos preconcursales buscan evitar que la empresa sea liquidada y, en su lugar, se busca mantener la viabilidad de la empresa y preservar el patrimonio del deudor. Tanto personas físicas como jurídicas pueden acogerse a la ley concursal y seguir un proceso que busca encontrar una solución viable para su situación financiera. La ley concursal se aplica cuando una empresa o persona física se encuentra en un estado de insolvencia inminente y es necesario buscar una solución que permita su reestructuración y continuidad. Si necesitas más información sobre la nueva ley concursal, ponte en contacto con nosotros.

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